El espíritu del ser humano busca siempre compañía. Queriendo absorver y aprender, contar o expresar. Es único, sutil e imperceptible. Incomprendido, que simplemente busca explicar algo no entendido. En silencio y soledad; energía y reflexión más el palpitar de un sólo corazón. Honestidad completa: mi último espejo. Hay armonía dentro nuestro, hay que saber aceptar. Hacer las paces con la vida y lo oscuro iluminar. Porque uno, roto, no sirve para los demás; no encuentra la salida y siente ir siempre para atrás. Y si llora de tristeza, es porque sueña con grandeza. Porque no todos podemos conectar. Somos minoría en el planeta los que vemos cómo hay que cambiar. Y tan pequeños en realidad, tan confundidos en verdad. La madre Tierra llama a que nos unamos, a que seamos más y vivamos en paz.
No pongamos más excusas,
ni actuemos con indiferencia.
Despertemos,
y tomemos conciencia.
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