jueves, 26 de diciembre de 2013

mixtura de artes



La semilla del arte en potencia:
Proyecto "tríptico"
Boceto UNO



Y para mezclar un poco las cosas...
"A otra cosa, mariposa"
Continúo.


sábado, 7 de diciembre de 2013

besos acumulados


No son besos cualquiera,
son sólo los míos.

Labio por labio quisiera,
mostrártelos vivos.

Ojalá con cariño pudiera,
dártelos cálidos y fríos.


Mi boca necesitó expresar,
y por suerte encontró la tuya.

Se detuvo aquél pesar,
ya no hubo quién la disminuya.

Pero nunca dejó de acumular,
porque no hay quién te sustituya.


Son besos inspirados por tu ser,
semillas regadas por tu amor.

No estoy a salvo de enloquecer,
tenerte tan lejos me genera temor.

 Sueño que nunca dejes de creer...
y los guardo pensándote con fervor.


Saco esos besos de mi alma,
los guardo en una caja fuerte.

Escondo mis labios con poca calma,
no esperes hasta su muerte.

Porque soy quién siempre ama,
y quién siempre deseará tenerte.

martes, 3 de diciembre de 2013

tallando madera



 
 



la guerra de las musas - vol. 1

ACEPTANDO SU CARTA DE RENUNCIA
VIVIENDO SÓLO EN SU RECUERDO.

Dale: decí mi nombre en tus sueños, que se escuche; seguí palpando tu cama buscándome. Dame el protagónico de tus fantasías y haceme reina de tu imaginario. 

Me verás llevar esa corona con un orgullo semi-amargo. Ya gastado y cansado de la misma historia.  Pero acepto, honrada, el triste y gran papel. Aquél que se confunde con un espejismo, una ilusión.

Lo acepto porque sé que no hay nada más real que aquello que tu alma desea, y que tu mente fabrica. Porque te dejé imágenes y sensasiones para que revivas cuando quieras. También pistas para re-encontrarme.

Te aseguro que nunca hubo una igual, ni tampoco habrá; pero te invito a comprobarlo. A vivir la vida llevándome sólo en tu memoria. Hasta que empiezes a olvidar mi cara, mi mirada, mis labios, y mi caricia. 

No es con maldad; pero realmente deseo que al estar con alguien más, me pienses y nos compares en algún momento. Que un día te despiertes y te arrepientas de haberme deshechado. Que quieras que esté a tu lado. Entonces invocame, extrañame; cerrá los ojos y llamame. 

Me encantaría que veas con tus propios ojos que nadie podrá darte lo que yo; y concluyas que valía la pena jugarse por ello. Una lástima lo que pudo ser con vos. Una desilución que me dejó marcada. 

Confirmé que mis antiguos miedos eran reales, cuando creí que ya los había superado. Y quedé medio estancada. Sin saber cómo seguir; ni cuánto arriezgar. Ya no quiero bajar la guardia.

Ahora ya cambió la historia, éste momento es uno nuevo. Éstos días son diferentes. Se siente en el aire. El pasado es el pasado y lo tengo que entender. 

LA INTERRUPCIÓN DE LAS MUSAS CELOSAS

Pero quedé complicada. Porque la vida continúa, y las musas se chocan. Están sensibles, irritables. Se pelean entre sí. Quieren empujar a la despiadada. A la de hielo: la guerrera. La reconozco por la oleada de frío que siento cuando llega.

Son cuatro las voces de las musas del presente. Me hablan al oído, en susurros. Cuatro son las sensaciones que inspiran éste tipo de estallidos. Éstos como el de ahora mismo, cuando interrumpen el hilo de mi pensamiento.

Todas suenan diferente, y me provocan a su propia manera. Pero algunas se aliaron, y ahora son dos contra dos. Están entrando en calor, parecen prepararse para competir. Pretenden definirme el destino.

ASÍ SE PRESENTAN ANTE MI

Hay dos que me buscan; y desean seguir conmigo. Me ayudan a superar inseguridades y dicen creer en mí. Quieren con amor inspirar los textos más coloridos. Los cálidos, los románticos llenos de aquella pasión ahora indescriptible. He aquí la cariñosa, y la pasional. Cada una con su marca registrada.

Las otras dos me aluden. Me evitan. Me inspiran de manera profunda y nostálgica. Me transmiten algo triste y me terminan dejando decepcionada. Prácticamente melancólica. Pero tienen un poder especial para atraerme. Y pueden generarme ese espíritu de lucha eterna, que no me permite rendirme.

Quién tiene la ventaja de estar en el equipo de la más experta guerrera, es la corredora. La invisible: la desaparecida. Otra que siguió la corriente de frío y silencio. Otra que no no me busca, sino que se hace buscar.

LA RAZÓN DE LA DISCORDIA

Ahora quieren distraerme; y derrocar a la más experta guerrera. Dicen estar cansadas de verme cambiar talento por palabras de lamento. Dicen que en equipo, tal vez, pueden ganarle.  Y así derretir los barrotes de hielo que me encierran en ésta jaula congelada.
Apareció una quinta musa de repente, me agarró por sorpresa. No es tan conocida para mí porque no suele estar en éstas zonas de mi psiquis. Sentí ese nuevo aroma, un nuevo tono de voz. Me dijo que ella quisiera seguirme, pero no podía. Me gustó su esencia, y la supe entender. Se auto-bautizó: la prohibida.

Mi aliento se torna visible, color nube, piel de gallina, escalofríos... Se viene una tormenta dentro mío: las musas declararon la guerra. Lo siento, es demasiado intenso. Escucho los tambores, los susurros se tapan entre sí. Es hielo contra fuego.

verborragia

Está bien, 
no debería tener que convencerte. 

Ya te abrí las puertas; 
las ventanas... Las piernas.

Te demostré que te esperaba. 
Que te quería; que me interesaba. 

Fui tuya,  
y en cierta forma aún lo soy. 

Te ofrecí todo mi ser; 
cuerpo, mente y alma. 

Te acepté tal cual sos; así, 
exactamente como vos. 

Te acompañé, 
te di la mano 
y caminé a tu lado. 

Respondí cuando me necesitaste. 
Estuve cuando quisiste verme. 
Ni siquiera te pregunté por qué... 

¿Por qué hoy si, y mañana no? 
Se que no cumplí con tus expectativas. 

Lamentablemente, 
no pude darte lo que buscabas. 

Pero yo no me enojé 
cuando cambiaste de opinión. 

No te guardo rencor; 
ni te tengo bronca. 

No pretendo tampoco olvidarte. 
Ni cerrarme a tu regreso triunfal.

Quedé discapacitada. 
Ni hablar del crónico 
nudo en la garganta; 
simplemente, fallada. 

Ya no quiero confiar 
en la bondad de la gente. 

Me niego. No estoy lista.
No puedo volver 
a decepcionarme tan pronto. 

Otra vez. 
Después de aquella vez. 
Una vez más; 
de nuevo lo mismo. 

El frío rechazo de alguien 
que te conoció realmente. 

De alguien que supo ver, 
escuchar, y entender. 

Pero a pesar de todo;
no me quiso querer. 

Me sentí demasiado pequeña; 
tonta y torpe. A veces, 
cuando pienso en lo impensable, 
el nudo estalla. 
Y las lágrimas vuelven a reinar.

Las botellas de vino 
vacías se juntan;
están de fiesta. 

Mi casa entonces,
se llena de humos. 

Busqué mil maneras de olvidar. 
De superlo. 
Pero nada parece funcionar.